Gris nostalgia

Me invade el silencio gris de la nostalgia, una vida paralela alojada en los brazos de Morfeo.
Soy quien he escogido ser y, sin embargo, ¿cuántas de mis decisiones no han sido forzadas por las circunstancias?
Canta en mi pecho la niña despreocupada que nunca existió y me pregunto por qué, ahora que estamos solas. 
Veo siempre amanecer desde la impenetrable serenidad de la rutina, de las horas carentes de vida transcurriendo sin razón. Y de nuevo, ¿por qué? ¿Por qué canta por encima de las lágrimas? ¿Por qué sigue escondida?
Hay una especie de espiritualidad absurda en este silencio, en la paz de su murmullo, en la mano que en sueños a veces aparece y me sostiene o me aparta según mi estado de ánimo.
Me eleva, a veces me eleva sentir de esta manera.
Incluso envuelta en el silencio gris de la nostalgia.