III

Fuera una tormenta golpea los cristales y los truenos se desplazan por mi espina dorsal con completa libertad. Algo en su rugido se asemeja a la soledad de esta noche en la que sueños inconclusos surgidos de mis entrañas han escalado por mis órganos hasta instalarse en mi cerebro.

Siento el vaivén de la existencia como un fuerte balanceo que no me permite descansar. No era esto lo que esperaba cuando soñaba con la vida adulta y la independencia. Tomar decisiones implica siempre dar la espalda a otras tantas, y la higuera sobre la que escribe Sylvia Plath cobra más sentido que nunca entre estas cuatro paredes.