Fragmento I

Desgasté todo tu amor, lo emborroné en mi vacío, escupí sobre el valor que me habías compartido.

Y, entonces, te dejé de escribir. Escogí el dolor y la rabia y me aferré a esa tristeza. Me encadené a la soledad y a una lucha que ya estaba perdida. Sólo cuando he sanado, cuando ha regresado la claridad de mi mirada, he podido volverte a crear en mis cuadernos.



Comentarios